A veces los tomamos sin más. Nos duele la cabeza, la espalda, las articulaciones o cualquier otra cosa y, sin pensarlo dos veces, ingerimos analgésicos. Aunque la función de este tipo de medicamentos es aliviar el dolor, no es conveniente acostumbrarse a ellos, ya que pueden causar adicción y otros problemas derivados de su uso abusivo.
También es cierto que, suministrados correctamente, además de combatir molestias, tienen otros efectos beneficiosos para la salud, dada su función antitérmica, sedante y antiinflamatoria. Junto con los psicofármacos, son el grupo de medicamentos más utilizado y consumido. Tanto es así que el 73% de la población reconoce tomarlos habitualmente para combatir el cansancio, el dolor de cabeza y otros dolores y molestias que afectan de forma común a individuos sanos.
Diferentes tipos :
Existen dos grupos principales: los no narcóticos y los narcóticos. Ambos pueden presentarse simples o asociados. Los analgésicos no narcóticos comprenden el grupo de uso más frecuente. El ácido acetilsalicílico, el paracetamol, el ibuprofeno y el metanizol son los más consumidos. Entre los analgésicos narcóticos el más difundido es la codeína y el de acción más potente y universal es la morfina.
Los analgésicos narcóticos se reservan para tratar dolores de intensidad fuerte ante los cuales los no narcóticos han resultado ineficaces. ¿Por qué sentimos dolor? Cuando se produce una lesión y alguna parte de nuestro organismo se siente dañada (heridas, traumatismo, inflamación, quemadura, etc.) las células y las terminaciones nerviosas sensitivas producen unas substancias conocidas como prostaglandinas, las cuales desencadenan impulsos nerviosos que llegan al cerebro, donde las células cerebrales interpretan la señal como dolor.
Efectos adversos:
Los analgésicos no narcóticos suelen ser bien tolerados. El paracetamol es actualmente un medicamento universal, que casi no tiene contraindicaciones y que se tolera muy bien sin provocar apenas efectos adversos. El ácido acetilsalicílico y sus derivados tienen el inconveniente de que, en muchos casos, es mal tolerado por el aparato digestivo y, en ocasiones, puede producir gastritis erosivas y sangrado gástrico, sobre todo si se toma en ayunas o sin protección del estómago. Los analgésicos narcóticos pueden ocasionar vómitos, estreñimiento, somnolencia o dificultad para respirar.
Con ellos hay que ser muy cauteloso ya que, en muchos casos, si se utilizan frecuentemente originan dependencia. ¿Pueden producir adicción? Cualquier tipo de medicamento analgésico es capaz de producir adicción o dependencia si se toma de forma habitual y durante largo tiempo. Todos aquellos que contengan en su composición analgésicos narcóticos y, sobre todo, aquellos derivados de la morfina, que son los más peligrosos, pueden dar lugar a dependencia y síndrome de abstinencia, por lo que su consumo debe ser sumamente prudente y siempre regulado por un especialista.
No debemos olvidar que la sensación de bienestar que proporcionan algunos de estos fármacos puede conducir a un consumo abusivo por parte del paciente y, por tanto, un problema de dependencia.
jueves, 6 de marzo de 2008
Todo lo que debe saber sobre los analgésicos
Publicado por :
Ing. Alfredo Gonzalez
Etiquetas: Salud
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
por lo general no abuso de las pastillas, cualquiera q sea, pero si me duele la cabeza me tomo de a 2 analgesicos, bueno ya te he puesto en van 100 y siguen creciendo, abrazos...
Publicar un comentario